SALIENDO DE MI ARMARIO

Si, gracias a la recomendación de ustedes se lo conté a Mariela, mi amiga lesbiana, no era que apenas mis lectores opinaran yo se lo iba a contar sino que surgió así como que todo estaba listo para que pasara.
6 de febrero a eso de las 11.59 de la noche, recibo un mensaje de texto de Mariela pidiéndome que nos juntáramos a la mañana, así la acompañaba a hacer unos trámites por el centro y a demás a comprar unas cosas.
Yo accedí al toque (al instante) ya que era JUSTO la oportunidad perfecta de que estemos solos y le cuente todo.
7 de febrero, 11 horas, me encuentro con ella en el centro de mi ciudad, un gran abrazo de por medio porque hacia mucho que no nos veíamos, me dijo que teníamos que ir a pagar la boleta del teléfono del lugar donde trabaja. Luego la acompañe a comprar ropa (cosa que detesto, pero bueno… somos amigos), dimos unas vueltas por el centro… la cuestión que se hizo las 13.05. De ahí nos fuimos al shopping para comer en McDonal’s, acoto que me encanta comer ahí. Luego mientras comíamos yo pensaba todas las formas y maneras posibles de decirle.
Siempre, aunque nunca me haya aceptado, soné en confesarle mi homosexualidad o mejor dicho “confusiones con respecto a mi sexualidad” en la plaza de los gays jajaja.
No es justamente de “gays” pero, mucho de ellos me lo han dicho y afirmado por mi amiga, ya que concurren muchos homosexuales allí.
Volviendo al almuerzo, pienso y le digo –Mari… queres que después vallamos a la plaza a boludear un rato?- y ella me movió la cabeza con un gesto de afirmación.
Luego… cuando terminamos fuimos para la plaza que no queda muy lejos de donde estábamos, buscamos un lugar seco a donde sentarnos, ya que ha estado lloviendo en la toda la Argentina últimamente y empezamos a sacarle el cuero (hablar mal) sobre las otras personas de la plaza. No se por qué, pero es muy divertido hacerlo, será porque nos llevamos muy bien, que aunque estemos callados nos reímos y nos sentimos acompañados.
Cuando en un momento de mucho nerviosismo y sin pensarlo le digo:

Yo: -me parece que soy gay-

Mariela: (me mira y se ríe)

Y: -en serio que me parece que soy gay- (me largo a llorar y la abrazo)

M: (no dice nada, luego me confesó que se mareó un poco.)

Y: - la verdad que esto no me gusta para nada y que la verdad no quiero ser así y que estoy re confundido, bla, bla-

M: -Ya está Iván, no es nada malo… Me parece que vamos a tener que dejar de ir a los boliches gay

Y: -Nooooo, desde que tengo 5 años lo sé… y aparte no siento atracción por ese tipo de gente que va a boliches, pero necesitaba decírselo a alguien y no pensé en mejor persona que vos-

M: -Obvio Iván… cómo vas aguantar tanto tiempo sin decírmelo, teniéndome a mi…-

Y luego, le conté sobre todo lo que ya les he contado a ustedes sobre mi, y también le conté de mi blog y que seria bueno que ella se haga uno porque hay muchas chicas que necesitan de su ayuda y que con la cantidad de anécdotas que ella tiene, podría escribir como 5 post por día jajaja.
Luego ella me confesó un montón de cosas sobre ella, imagínense la cantidad de cosas que hablamos dos mejores amigos homosexuales, terminó siendo el banco de la verdad… jajaja así le pusimos al banco en donde nos sentamos.
Le hice recontra prometer que no le iba a decir a nadie y me lo juró y confío mucho en ella y también me recomendó a quien se lo podía decir después si es que estaba más seguro, una compañera nuestra que le confesó a ella un sutil deseo hacia las chicas.
Mariela llegó a la conclusión que se la voy a para otro post, así mejor no me voy por las ramas por este.
Bueno… los dejo y espero que les haya gustado y quiero decir que le hablé mucho de ustedes, ya que fueron los que más me ayudaron
Gracias.